El hombre pone en jaque a la naturaleza

El efecto invernadero y la expulsión de gases tóxicos están destruyendo año tras año la naturaleza viva; es un problema a nivel mundial, pero hasta el momento, los mandatarios de las países más poderosos no incluyen a este tema en la agenda internacional.

Por: Daniel Piscicelli

Los avances tecnológicos e industriales y el poco interés que le dan las grandes potencias mundiales al calentamiento global han hecho que la relación entre el hombre y la madre naturaleza sea cada vez peor.
Como relata Ernest Hemingway en su libro El viejo y el mar, los seres humanos han sobrepasado escollos, cambios y fenómenos climáticos que la naturaleza les presentaba, para poder seguir viviendo.
La realidad en este tiempo es otra. La tierra se ha ido calentando en demasía en los últimos diez años. Los expertos en el tema sostienen que el hombre ejerce un impacto directo sobre este proceso, más conocido como el “efecto invernadero”.
Esta situación se produce por la gran cantidad de gases que se desprenden de las actividades más usuales que realizan las personas, los cuales se mezclan con los ya existentes (dióxido de carbono, metano y vapor de agua) y destruyen la capa de ozono.
La combustión que se produce con la nafta de los autos, los desechos que eliminan las industrias son, entre otras, las causas que llevan a la naturaleza a reaccionar en forma desmedida con cambios insólitos en la meteorología.
Las consecuencias más inmediatas del calentamiento en él planeta son: el deshielo de los polos árticos y antárticos, lo que podría llegar a producir inundaciones en diversos países. Además hará que el agua de los océanos se evapore y que los cambios en el clima se vulevan mucho más severos.
Es por eso que se crea un paralelismo entre la realidad actual y lo narrado por Hemingway. Antes la naturaleza convivía con el hombre, en cambio hoy sobrevive con él.