12 de octubre de 2007

Una, dos , tres y van...

Las mentiras y la falta de respeto se han convertido en las cualidades más representatívas del gobierno del presidente Néstor Kirchner.

Desde el Caso Skanska en adelante, pasando por la renuncia de Felisa Miceli en Economía y las denuncias contra Romina Picolotti por malversación de fondos en la Secretaria de Medio Ambiente, el entorno K fue salpicado por varios hechos de corrupción.

Es por eso que la intención de voto del primer mandatario y su esposa, Cristina Fernández, candidata a presidente por el Frente para la Victoria (FPV), ha disminuido de manera considerable en los últimos meses.

Según las encuestas realizadas por consultoras privadas, el oficialismo pasó de tener 47 % de imagen positiva al 33 por ciento; es decir 14 puntos menos que a principio del año 2007. Una baja notable que refleja la disconformidad que existe de algunos sectores de la sociedad para con la actual conducción.

El tema que más repercusión tomó en los últimos días fue el de la inflación, y los números expuestos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) con respecto a este tema.

La manipulación de datos ha llevado a los candidatos a presidente de la Nación a poner en la lista de prioridades al tema económico inflacionario. Roberto Lavagna, líder de la concertación UNA, realizó un escrache frente a la entidad estatal para reclamar, entre otras cosas, la no intervención del organismo y le vuelta al trabajo de miles de empleados que fueron destituidos por no coincidir con los manejos de los funcionarios encargados del sector.

Por su parte, los candidatos Elisa Carrió y Alberto Rodríguez Saa también salieron a repudiar las formas con las que este gobierno manipula la información que le llega a las masas.“Son muy poco creíbles los datos que da a conocer el gobierno en cada uno de los índices”, sostuvo la titular del ARI.

A pesar de que la inflación es un realidad y se puede palpar en la calle y en todos lo centros de abastecimiento, el gobierno se encargó mediante su Jefe de Gabinete, Alberto Fernández de desmentir el hecho: “En la Argentina no hay una suba de precios generalizada, no hay inflación” dijo Fernández dias atrás cuando fue consultado sobre la grave situación.

Es una muestra más de que al gobierno K se le está yendo de las manos una situación que puede llegar a terminar en una fuerte recesión y desembocar en una crisis similar a la de 2001 sugún lo dicho por gente idónea en el tema.

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